Conviértete en padrino
Yo te acompaño en este proceso, aunque no pueda tenerte en casa.
A veces no se puede adoptar, pero sí se puede amar, cuidar y acompañar desde la distancia. Quien
apadrina a un perrito o gatito rescatado se convierte en parte fundamental de su historia:
ayuda a cubrir su alimentación, vacunas, recuperación física y emocional, así como también su
rehabilitación y todo lo necesario para que, algún día, llegue sano, fuerte y confiado a los
brazos de una familia definitiva.
Apadrinar es tender un puente entre el abandono y el amor. Es ser parte del renacer de una vida
que solo necesitaba una oportunidad.
Ellos no pueden hacerlo solos. ¡Apadrina hoy uno y acompáñalo en su recuperación!
VAINILLA
Hola, soy Vainilla. No sé exactamente cuánto tiempo estuve sufriendo, pero sí re...
VAINILLA
Sexo: hembra
Edad:
Talla: PEQUENO
Descripción
Hola, soy Vainilla. No sé exactamente cuánto tiempo estuve sufriendo, pero sí recuerdo el miedo, los golpes y el dolor. Me usaban como carnada para probar pistolas con dardos… mi cuerpo aún tiene marcas, y mi corazón también. Durante mucho tiempo pensé que eso era lo que me tocaba vivir, hasta que alguien me vio, me rescató y me prometió que nunca más volvería a sentir dolor. Hoy estoy en recuperación, luchando día a día por volver a confiar, por sanar mis heridas y por recordar lo que se siente mover la colita sin miedo. Cada caricia me enseña que sí hay humanos buenos, que sí existe el amor. Pero mi proceso médico es largo y costoso, y necesito ayuda para continuar con mis tratamientos. Por eso, busco padrinos y madrinas que quieran acompañarme en este camino, que me ayuden a seguir sanando y a escribir un final diferente para mi historia. Si decides apadrinarme, no solo estarás ayudando a curar mi cuerpo… también estarás reconstruyendo mi fe en la vida.
JIM, ZOE E ISABELLA
Hola… somos una pequeña familia felina. Mi nombre es Zoe, tengo apenas 10 meses,...
JIM, ZOE E ISABELLA
Sexo: hembra
Edad:
Talla: PEQUENO
Descripción
Hola… somos una pequeña familia felina. Mi nombre es Zoe, tengo apenas 10 meses, y a mi lado están mis dos hijos, Isabella y Jim, de 6 meses. Un día nos dejaron solos, tirados en una calle de Santa Marta… sin entender por qué, solo sabíamos que teníamos frío, hambre y miedo. Aun así, nunca dejamos de cuidarnos. Yo los abrazaba fuerte, intentando que mis ronroneos les dijeran que todo estaría bien. Pero el tiempo pasó, y el calicivirus nos hizo más frágiles. Sin embargo, seguimos juntos, aferrados a la esperanza de que alguien vea más allá de nuestra enfermedad y nos dé la oportunidad de conocer el amor verdadero. Soñamos con un hogar donde podamos seguir siendo familia, donde las caricias reemplacen el miedo, y donde cada día empiece con una promesa de amor y de vida.
LULI
¡Hola! Soy Luli y durante mucho tiempo caminé sola por las calles… con hambre, m...
LULI
Sexo: hembra
Edad:
Talla: PEQUENO
Descripción
¡Hola! Soy Luli y durante mucho tiempo caminé sola por las calles… con hambre, miedo y frío. Buscaba entre la gente una mirada amable, alguien que me viera, pero casi todos pasaban de largo. Tengo cerca de 2 años y mi cuerpo muestra todo lo que he tenido que soportar. Estoy muy delgada y tengo un problema en mi mandíbula que me dificulta comer, por eso necesito una alimentación especial y una operación para poder recuperarme. Aun así, no he perdido las ganas de vivir ni de mover mi colita cuando alguien me habla con cariño. Sé que existen personas buenas, y por eso hoy quiero pedirte que me ayudes. Necesito padrinos que me acompañen en este proceso: en mis medicamentos, mi comida y mis cuidados. No busco lástima, busco una oportunidad. Con tu apoyo puedo volver a sonreír… y demostrar que el amor siempre gana.
RENO
¡Hola! Soy Reno y quiero contarte cómo va mi proceso. Me rescataron muy flaco y...
RENO
Sexo: macho
Edad:
Talla: PEQUENO
Descripción
¡Hola! Soy Reno y quiero contarte cómo va mi proceso. Me rescataron muy flaco y enfermo en Barranquilla, pero gracias a la Fundación hoy estoy luchando por estar mejor. Mis exámenes mostraron que tengo erliquia, gusano del corazón, parásitos intestinales y el hígado afectado. Ya inicié tratamiento para pulgas y garrapatas, pero necesito empezar pronto los demás para recuperar mi salud. Si quieres, puedes ser parte de mi historia y ayudarme a salir adelante. Gracias por no rendirse conmigo.
CECILIO
¡Hola! Soy Cecilio. La fundación me ayudó y me rescató de una condición de calle...
CECILIO
Sexo: macho
Edad:
Talla: PEQUENO
Descripción
¡Hola! Soy Cecilio. La fundación me ayudó y me rescató de una condición de calle. Me hicieron varios exámenes , resultó positivo para sida y leucemia felina. Estas enfermedades ya están afectando mis riñones, páncreas y piel, por eso me ven tan flaquito y delicado. Aunque no he perdido la esperanza, necesito estabilizarme para poder viajar a Bogotá y seguir mi tratamiento allá. Hoy les pido que sigan apoyándome para poder cubrir mis medicinas, exámenes y controles, y así tener la oportunidad de seguir luchando por mi vida. Gracias por no soltarme de la mano. Desapareció antes de que pudiéramos ayudarla, pero tras días de búsqueda descubrimos que estaba atrapada en una ferretería, sin moverse, sin comer ni beber, protegiéndose como pudo de más dolor. El rescate no fue fácil, pero con amor y paciencia logramos sacarla. Ahora está bajo valoración veterinaria. Lamentablemente, perdió a sus bebés y posiblemente su patita no pueda salvarse.
Tu aporte sostiene su vida
Elige una cantidad para donar
Introduce un valor válido (mínimo $1.000 COP).
Datos de la Tarjeta
Nombre completo inválido.
Correo electrónico inválido.
Con $100.000 ayudas a entregar alimento, atención médica y refugio a perros y gatos que más lo necesitan.
🔒 Secure Payment · This site is protected by reCAPTCHA
and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.
Historias de Transformación
Testigos de la increíble recuperación y felicidad que una segunda oportunidad puede brindar.
TAYLOR
Taylor vivió por mucho tiempo en las calles de Malambo, Atlántico, con su mandíbula destrozada, desnutrido, deshidratado y con gusanos comiéndole la boca. Su dolor era inmenso, tanto físico como emocional. Rescatarlo no fue fácil, pues como muchos animales que han sufrido maltrato, desconfiaba profundamente de los humanos.
Pasó por un proceso de recuperación de 4 meses, incluyendo una cirugía reconstructiva en Bogotá, donde poco a poco volvió a confiar y descubrir que el amor sí existe.
Hoy, Taylor ya fue adoptado
Tiene una familia que lo cuida, lo protege y le permite ser el perrito feliz que siempre mereció ser. Su historia nos recuerda que el después sí existe… gracias a quienes deciden adoptar, ayudar y no mirar hacia otro lado.
TACO
Taco fue arrojado a un arroyo en el municipio de Malambo, con una fractura en su patita trasera. Fue rescatado y operado, pero lamentablemente el procedimiento no fue el adecuado, lo que afectó sus músculos y le dejó algunas secuelas en su movilidad.
A pesar de todo, Taco nunca perdió su energía ni sus ganas de vivir. Con el tiempo, cuidados adecuados y mucho amor, logró recuperarse y adaptarse a su nueva forma de caminar.
Después de su proceso de rehabilitación, Taco fue adoptado, y hoy vive feliz, rodeado de cariño, respeto y protección.
Su historia nos recuerda que la vida de un animal puede cambiar para siempre cuando alguien decide darles una oportunidad.
SALVADOR
Salvador fue encontrado abandonado y amarrado a una cerca en el municipio de Malambo. Estaba desnutrido, deshidratado y con una herida severa en una de sus patas traseras. Su situación era crítica.
El caso fue reportado en un grupo de WhatsApp local donde la fundadora de la Fundación está presente. Al ver su estado, no lo dudó: dijo que sí lo recibiríamos, y Salvador fue trasladado de inmediato a la clínica SuperMascotas, donde comenzó su proceso de recuperación.
Con el tiempo, cuidados, atención médica y mucho amor, Salvador sanó no solo por fuera, sino también por dentro.
Y hoy podemos decir con alegría que ¡Salvador ya fue adoptado!
Ahora vive rodeado de amor, cuidado y la tranquilidad que tanto merecía. Su historia es un recordatorio de que cada rescate vale la pena… porque todos merecen una segunda oportunidad.
ROCKY
Rocky fue víctima de un acto de crueldad inimaginable. En Valledupar, una mujer le lanzó ácido de batería en la cabeza, causándole heridas graves y mucho dolor.
Gracias a una cadena de ayuda, fue rescatado y trasladado a Bogotá, ya que la herida estaba cicatrizando mal y necesitaba atención especializada. Allí recibió tratamiento médico, cuidado constante y todo el amor que nunca antes había tenido.
Con el paso de los días, Rocky se recuperó satisfactoriamente. Su cuerpo sanó, y con él, también su confianza.
Hoy es un perrito fuerte, agradecido y lleno de vida. Su historia nos recuerda que aun después del peor dolor, es posible volver a empezar… si hay amor, compromiso y segundas oportunidades.
PLUTO
Pluto deambulaba por las calles de un barrio en Barranquilla, solo y en mal estado. La directora de la Fundación reportó su caso y se activó la búsqueda. El primer intento no tuvo éxito, pero se pidió apoyo a los vecinos del sector para ayudar a capturarlo si lo volvían a ver.
Gracias a la solidaridad de unas jóvenes, Pluto fue capturado en horas de la noche del día siguiente y trasladado rápidamente a la veterinaria Plutos, donde recibió atención prioritaria.
Después de cuidados, alimentación y mucho cariño, Pluto se recuperó… y hoy ya fue adoptado
Ahora vive rodeado de amor, seguro, tranquilo y con la vida digna que siempre mereció.
PEPERONNI
Peperonni fue rescatado en Malambo, Atlántico, en una condición devastadora: había sido apuñalado 17 veces y quemado con aceite caliente. A pesar de todo ese sufrimiento, su voluntad de vivir fue más fuerte.
Durante su recuperación, enfrentó además un cuadro severo de moquillo, que le dejó como secuela un tic en su mandíbula. Aun así, su espíritu nunca se quebró.
Hoy, después de todo lo que vivió, Peperonni ya fue adoptado
Tiene una familia que lo ama, lo cuida y le permite vivir como siempre mereció: rodeado de cariño, respeto y seguridad.
Su historia es un testimonio de resiliencia y una muestra de que el amor puede sanar incluso las heridas más profundas.
NOPAL
PIMIENTA
Lo encontramos en una situación desgarradora: vivía en condición de calle, con el cuerpo infestado de garrapatas, el pelo completamente enmarañado y cubierto de suciedad. Lo más doloroso: estaba amarrado a una lavadora en el patio de una casa, como si su vida no valiera nada.
Pero su historia no termina ahí. Gracias al trabajo incansable del equipo de la Fundación y al amor que nunca le faltó desde su rescate, hoy este peludito conoce lo que es el cariño verdadero, un hogar cálido y una familia que lo ve como uno más.
Ahora es felizmente adoptado y vive como siempre debió: libre, amado y seguro.
ROLLITOS
En plena noche, una familia lo abandonó. Lo dejaron allí, solo y confundido, como si no sintiera, como si no importara.
Y él… se quedó quieto. Esperando horas sin moverse, con la esperanza ingenua de que alguien regresara por él.
Cuando lo encontramos, tenía una herida profunda entre los ojos, infestada de gusanos (miasis), y garrapatas por todo su cuerpo. Estaba herido, física y emocionalmente, pero aún Hoy su vida dio un giro total. Rollitos fue adoptado.
Ahora duerme calientito, recibe caricias todos los días y camina feliz con su nueva familia.
Nunca más estará solo. Nunca más será olvidado.
Síguenos en Instagram
Recibe actualizaciones
